Un padre, su hijo y la bicicleta
Hola amigos,
Esta aventura en la que estamos inmersos no deja de sorprendernos, y es que de vez en cuando, un cliente de La Bicicleta de Colores se presta a contarnos su historia...esa historia que se esconde detrás de la compra de unas ruedas, tras la consulta de un producto o el interés sobre uno de nuestros posts.
En este caso se trata de la historia de Salva y su hijo, y de la fixie que querían regalar a su madre :)
Pasamos a relatar con las palabras de Salva las peripecias de esta, su aventura:
"Llegue a casa de trabajar y me encontré a mis dos hijos de 5 y 8 años tumbados en el sofá mirando un programa-documental sobre cómo arreglar coches antiguos. De pronto el pequeñajo me dijo muy serio y frunciendo el ceño:
- Papa!
- Dime hijo!-Hizo una pausa como si pensará que decir o como decirlo
- Porque no arreglamos un descapotable como estos de la tele, que yo quiero un descapotable!- me entro la risa con esa lengua de trapo y esa carilla tan seria.
- Cielo, no tenemos sitio para hacer eso, pero si queréis arreglamos una bici vieja para la mama y se la regalamos a ella.
Y este fue el inicio de esta aventura. Asique les hice preparar bocetos. El pequeño hizo una nave espacial entre el halcón milenario y el spunik. Teníamos claro que sería roja! Buscamos y rebuscamos por internet hasta que un día un amigo al que le comente la andadura me dijo
- Yo tengo una vieja GAC de carretera de talla 54, esta oxidada y le faltan ruedas y algo más
Yupi!!! ya tenemos cuadro y gratis!! Seguimos mirando para buscar ruedas y encontramos la página de labicicletadecolores, y nos encantaron los modelos de fixies, los colores, las ruedas, y la sencillez de este tipo de bicis.
Nos pusimos en contacto con los chicos de la bicicleta de colores y desde el segundo 0 nos dimos cuenta de que son gente apasionada por las bicis. Se interesaron por nuestro proyecto, nos dieron consejos y nos escucharon con gran atención, además de que los precios son muy competitivos.
Total, que una vez teníamos todas las piezas, empezamos a desmontar la bicicleta por completo y a lijar y lijar y lijar.
Luego llego lo más divertido para mis hijos. Pintar con spray. Reconozco que soy muy perfeccionista y hice ejercicios de respiración, y asumi que quedaría mal, pero luego me sorprendió mi hijo mayor que pintaba mejor que yo! quedo genial! Como toque final forramos el manillar, compramos unas tiras de cuero blanco y con un sacabocados hicimos agujeros para pasar un cordón rojo.
La madre ha quedado encantada! Y yo más por haber hecho un trabajo con mis dos hijos, y haberles enseñado varias lecciones, de mecánica, de reciclaje y de poner en valor el trabajo y esfuerzo de uno mismo, porque podíamos haber ido a un centro comercial y haber comprado una bici nueva por el mismo precio que nos costaron las ruedas, pero no es lo mismo.
Ahora el mayor quiere una para él! Así que volveremos al ataque.
Animo a todos los padres a realizar este tipo de proyectos con sus hijos, es fascinante!"
Muchas gracias a Salva por compartir su historia, y gracias a ti por leerla,
Estas pequeñas cosas hacen que La Bicicleta de Colores tenga una razón más para seguir poniendo un poquito de color en el día a día
:)